Cualquier acuerdo debe buscar el desarrollo humano integral y la recuperación de la democracia.

Un verdadero sistema democrático debe facilitar a cualquier guatemalteco ejercer su voto.

Hacia una estrategia digital para la competitividad y la integración en el Triángulo Norte.

La política bien utilizada es la vía más poderosa para el progreso de los ciudadanos.

La ciudadanía que rugió en La Plaza en el 2015 está más alerta que entonces.

Necesitamos un "gobierno de transición" para impulsar la transformación democrática.

Con toda la autoridad moral de nuestro trabajo honrado, levantemos nuestras voces.

Regular el financiamiento electoral es un paso lógico para la prosperidad del país.

Para ser un país próspero, necesitamos consenso nacional liderado por el Presidente.

Queremos una Guatemala libre de corrupción e impunidad. Próspera.

No es aceptable que nos digan que no podemos ejercer nuestra ciudadanía aun estando lejos.

Resolvamos nuestros problemas—porque nadie más podrá resolverlo por nosotros.

Los servidores públicos deben ser los primeros en derribar los muros del prejuicio y representar la unidad del país…

Guatemala vive una realidad política de pesadilla que implica un retroceso para la democracia.

Guatemala está urgida de nuevas representaciones y liderazgos de mayorías para impulsar progreso.

El empoderamiento ciudadano exige políticos éticos, probos y transparentes.

Donde existen bases sólidas, con normas claras e inclusión social, la economía florece.

Debemos prepararnos ante discursos repletos de demagogia y ofrecimientos de corto plazo.

Es importante no quedarnos en el problema, sino enfocarnos en la solución.

La unidad es vital para sacar al país de tiempos difíciles.