Las micro y pequeñas empresas generan ya oportunidades de empleo y con ello contribuyen al desarrollo.

Enfoquémonos en salvar a nuestra niñez, la expresión más clara de la inocencia y lo más puro de nuestra sociedad.

¿Por qué no abrir caminos al potencial turístico y económico de tantas comunidades?

Migrar tiene que ser una opción y no una necesidad a la que nos vemos orillados a llegar.

La época lluviosa debe ser motivo de alegría y bendición, no de preocupación y tragedia.

Abracemos la innovación como motor del desarrollo empresarial, económico y social.

Podemos comenzar el ciclo donde la división y la exclusión no existan.

La MIPYME sostiene la economía, por lo que urge apoyar su transformación digital.

¿Qué harás tú para que la nueva generación no tenga que pasar por las penurias que estamos hoy pasando?

La digitalización es una oportunidad para que nuestro país trascienda—¡aprovechémosla!

Las empresas pequeñas y medianas son el alma de un país económicamente saludable.

Con toda la autoridad moral de nuestro trabajo honrado, levantemos nuestras voces.