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Del cacao al stablecoin: la tecnología como puente para la estabilidad y la prosperidad.

Muchos soñamos con ver de nuevo a Centro América unida como una sola república. Las fronteras nos aíslan y limitan nuestro potencial como región. Desde una perspectiva histórica, ese sueño puede parecer lejano. ¿O quizá no tanto? Yo veo en una moneda moderna y duradera la oportunidad de unir a Centroamérica.

Este cambio, impulsado por avances tecnológicos, ya está en marcha. En 2021, El Salvador hizo historia al adoptar Bitcoin como moneda de curso legal. Bitcoin, una moneda descentralizada, facilita el acceso financiero con tecnología blockchain, un sistema inalterable que registra transacciones seguras sin intermediarios. La semana pasada, El Salvador convirtió Bitcoin en un pago opcional tras un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Mientras tanto, Estados Unidos avanza en regulaciones, y el presidente Trump busca posicionar al país como capital global de las criptomonedas.

El uso de una moneda compartida en nuestra región no es nuevo. En Mesoamérica, los mayas usaban el cacao como medio de intercambio. Hoy las monedas digitales cumplen el mismo propósito, pero con mayor accesibilidad, seguridad y sin intermediarios.


El mundo ya está despegando hacia esta revolución financiera. ¿Nos subimos a bordo o nos quedamos?

Aprovechando la tecnología, un stablecoin regional podría unir a Centroamérica. Bitcoin ha demostrado el potencial de las criptomonedas, pero quizá su volatilidad lo limite como moneda estable. Un stablecoin, respaldado por reservas de oro, remesas o recursos naturales, garantizaría estabilidad y evitaría fluctuaciones cambiarias o costos por conversión, permitiendo transacciones seguras y accesibles en toda la región.

En una región con 50 millones de habitantes y la gran mayoría sin acceso a cuentas bancarias, un stablecoin facilitaría transacciones rápidas y seguras desde un teléfono móvil, sin intermediarios financieros.

En 2024, Centroamérica recibió más de US$40 mil millones en remesas. Con monedas digitales, las familias evitarían las altas comisiones y tendrían su dinero al instante. Esta tecnología ofrece la oportunidad de una inclusión financiera real. Con un teléfono móvil, cualquier persona, incluso en la comunidad más remota, podrá recibir pagos, ahorrar o invertir sin depender de una cuenta. Esto modernizaría y aceleraría el desarrollo rural y comunitario. Los bancos tradicionales deben integrarse a esta revolución para seguir siendo relevantes.

No hay que temer. El mundo ya está despegando hacia esta revolución financiera. Algunos ven las criptomonedas desde el suelo, con escepticismo, como quien ve un avión volar tan alto que parece inalcanzable. Pero quienes están a bordo de esta innovación saben que van a una velocidad rápida hacia el futuro. Algunos dirán: “Ya se fue el avión, ya no puedo subir”. Pero en esta revolución, hay vuelos saliendo a cada segundo. Subirse no requiere grandes inversiones, sino creatividad, visión y voluntad de innovar.

Quizá el Peso Centroamericano ($CA), hoy solo una unidad contable, pueda evolucionar y convertirse en una moneda real que elimine las barreras económicas entre los países de la región. Con voluntad política, el Sistema de la Integración Centroamericana podría impulsar la alternativa de moneda común digital en favor de la economía regional del siglo XXI.

En El Salvador, la semilla de esta transformación ya fue plantada. La historia muestra que los cambios más grandes no siempre provienen de los países más grandes, sino de aquellos que se atreven a innovar.

El vuelo de la innovación ya despegó. Centro América tiene la oportunidad de subir a bordo y ser protagonista en este nuevo mundo financiero. ¿Seguimos viendo el avión desde el suelo o nos subimos al vuelo hacia un futuro más unido y próspero?


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Marcos Antil SoyMigrante.com, Founder - CEO
Emprendedor tecnológico, maya q’anjob’al y migrante guatemalteco. Impulsor de la educación y la transformación digital. Fundador y CEO de la compañía XumaK durante 18 años, con clientes en más de 25 países. Y ahora de SoyMigrante.com, LLC.