Prensa Libre

Existen grupos que intentan sembrar división, prejuicios e incluso odios: no lo permitamos ni difundamos sus mensajes destructivos.

En su juventud, el creador informático Bill Gates dijo que su gran sueño era que en cada hogar hubiese una computadora. Por decir eso, muchos lo calificaron como “loco”, lo juzgaron con base a lo que era posible en ese momento—en ese presente. En aquel entonces las computadoras eran grandes procesadores y sus costos inalcanzables para cada familia. Lo juzgaron sin una visión de futuro y mucho menos basado en el poder de las ideas, del conocimiento y de la transformación tecnológica.

Hoy en día no hay una computadora en cada hogar, sino prácticamente una en cada mano. Sí, los teléfonos celulares son poderosos microcomputadores que nos ponen en contacto con el mundo, nos trasladan conocimientos, pensamientos, creaciones e ideas. Pero a la vez seguimos siendo nosotros, las personas, quienes reflexionamos y tomamos decisiones a diario.

La ciudadanía habló fuerte y claro en la primera vuelta, y volverá a hacerlo en la segunda.

Siempre en la línea de contar con una visión proactiva, de avance personal y comunitario, con espíritu constructivo, el anterior ejemplo sirve para ilustrar cómo las ideas diferentes suelen generar cierto rechazo, sobre todo por parte de quienes están habituados a un estado de cosas y creen que así debe permanecer todo. O a aquellos que siguen estancados en el pasado. Imaginemos qué habría ocurrido si alguien no se hubiese empeñado en proveer computadoras a cada persona, si alguien no hubiera impulsado la “loca” idea de crear un teléfono portátil, que alguna vez requería de cargar una enorme caja junto al mismo, pero que poco a poco fue reduciendo su tamaño y precio hasta llegar a cada mano.

Estamos en tiempos cambiantes para Guatemala. La población fue clara en las elecciones, acerca de rechazar a grupos que no quieren el cambio. Pero estos continúan atacando el proceso electoral, tratando de traerlo abajo o de desprestigiarlo con señalamientos infundados de fraude. Afortunadamente las autoridades electorales han protegido la decisión ciudadana y el proceso democrático sigue su curso.

Gracias a esa misma tecnología que nos permite informarnos, existen algunos muy pocos de sectores extremistas y recalcitrantes, que intentan polarizar a la población, que tratan de dividir a través de desinformación, mentiras y prejuicios. Cada persona puede ver claramente de qué grupos o personas se trata y cuáles son los intereses que defienden, cuál ha sido su pasado y su historial.

Somos nosotros como personas responsables, cabezas de familia, trabajadores, padres, ciudadanos productivos quienes tenemos que reflexionar y tomar la decisión de mantenernos unidos ante ese huracán de mensajes enfocados en negativismo, en fomentar viejos resentimientos e incluso de invocar situaciones totalmente inconstitucionales e ilegales para querer imponer su voluntad. Los guatemaltecos seguimos en transformación. Es inspirador ver a la juventud, tomar las riendas de su presente y de su futuro para tomar la estafeta y fortalecer la democracia.

Los guatemaltecos hablaron claro en la primera vuelta y ahora se encaminan a la segunda vuelta, en  un mes. Cada uno es libre de elegir. Es allí donde entra en juego ese sentido crítico, astucia y visión de futuro que los guatemaltecos poseemos. Lo más importante es que no nos dejemos dividir, que sigamos unidos por un gran ideal que yo llamo el gran #SueñoGuatemalteco, en el cual haya generación de oportunidades, transformación educativa, honradez en el manejo de recursos públicos y el afán de servicio a Guatemala y los guatemaltecos.