Prensa Libre

Establecer y acuerpar un Pacto de Ciudadanía Democrática es urgente y necesario para repudiar extremismos e intereses corruptos.

Los guatemaltecos honrados siempre hemos trabajado, trabajamos y trabajaremos para construir una Guatemala mejor. Anhelamos un Estado que garantice a todos sus habitantes el derecho a la vida, la justicia, el desarrollo y la libre expresión del pensamiento junto con todas las garantías universales.

Sabemos que Democracia es mucho más que acudir a elecciones generales, pero estas son la máxima expresión de la soberana voluntad popular de la cual emana la autoridad depositada en funcionarios públicos: por ello deben ser respetadas. Si esa voluntad soberana peligra por ataques de individuos y grupos que solo quieren perpetuar privilegios ilegítimos y prácticas corruptas, debemos repudiarlos enérgicamente.

Me sumo a toda iniciativa en favor del Estado de Derecho, la competitividad y el desarrollo integral de Guatemala.

En este 2023, nuestra Democracia se encuentra bajo el ataque de personas e incluso funcionarios que con pretextos engañosos socavan los principios de institucionalidad. Utilizan la polarización, la desinformación y la distorsión de las leyes para agredir, discriminar y excluir. Esos extremismos son inaceptables porque socavan derechos, aunque digan defenderlos.

Ante tan abiertas y recientes muestras de irrespeto a la democracia representativa, abusos de poder y perversión de mecanismos legales y funciones estatales, un grupo de jóvenes ciudadanos guatemaltecos propone un PACTO DE CIUDADANÍA DEMOCRÁTICA, al cual yo me sumo. 

Como guatemaltecos honrados debemos unirnos a esfuerzos que velen por el bien común y la coherencia entre discurso y acción. Se trata de una manifestación cívica y de una expresión sin nexos partidarios, para exigir y participar en la recuperación del Estado de Derecho, actualmente vulnerado por colusiones, malversación de potestades y tráficos de influencias que atentan contra el sistema de pesos y contrapesos en el Estado diseñado por los constituyentes en 1985.

A este pacto pueden sumarse guatemaltecos de todas las regiones, culturas, ocupaciones, profesiones, independientemente de sus opciones o ideas políticas. El ideal es Guatemala.  Necesitamos estar unidos en el objetivo de lograr una república libre, democrática y próspera. Todos están llamados a unirnos para manifestar lo siguiente:

EXIGIMOS el absoluto respeto al proceso electoral y las autoridades del Tribunal Supremo Electoral a cargo de resguardar la voluntad ciudadana manifestada en las urnas.

REPUDIAMOS todo hostigamiento, presión y acoso del Ministerio Público y algunos funcionarios judiciales en contra de autoridades electorales y grupos políticos.

DEMANDAMOS absoluto respeto a la libertad de expresión, de acción, de petición, de debido proceso y de libre emisión del pensamiento por cualesquiera medios, incluyendo las críticas contra funcionarios públicos en el ejercicio de sus cargos, como lo garantiza la Carta Magna.

INCENTIVAMOS la activación cívica pacífica para propiciar expresiones sociales con fines democráticos, con total respeto a las leyes, pero pleno ejercicio de derechos, evitando las provocaciones, la difusión de mensajes anónimos, bulos, campañas negras e incitaciones a la confrontación, que ciertos grupos oscuros promueven desde las sombras para tratar de generar descrédito a la ciudadanía honrada.

RECLAMAMOS absoluto respeto a la Ley Electoral y de Partidos Políticos y al cese inmediato de acciones abusivas e ilegales que amenazan la constitucional alternancia del poder.

INVITAMOS a todos los guatemaltecos y guatemaltecas que deseen sumarse con su firma y nombre para rechazar la corrupción, el despotismo y todo abuso de poder público. Guatemala es nuestro único ideal y los guatemaltecos somos fuerza de transformación.

Únete tú también desde este enlace: pactodemocratico.com .

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Marcos Antil
Guatemalteco, maya q’anjoba’l, migrante y emprendedor tecnológico.