Los guatemaltecos estamos cansados de tantos abusos, discursos de engaño, falsos moralismos y dobles vidas.
Guatemala está a la venta. Se oye feo, pero es cierto. Ha estado de venta en los últimos tres meses y en estos días se tiran desesperadas ofertas. En los próximos 4 días, los politiqueros de siempre, estarán haciendo sus últimas apuestas con las ilusiones, las esperanzas y sobre todo las necesidades de los guatemaltecos. Y es por eso, que los ciudadanos debemos apoyar a quienes sí tienen historial de servicio, porque son los únicos que nos representan y pueden darnos voz, en un sistema cooptado que la ciudadanía debe recuperar para sí y para sus hijos.
Los que no son verdaderos políticos pero que viven del engaño, cada cuatro años están haciendo exactamente las mismas promesas que hicieron hace 4 años. Es por eso la gran importancia de ver el historial de vida de cada candidato y el resultado de su trabajo—para tomar decisiones de las cuales no nos tengamos que arrepentir nuevamente en 4 años. Si en 4 años no han hecho nada, en los próximos 4 tampoco lo harán. Si se han dedicado a vivir del Estado, lo más seguro querrán seguir viviendo e incluso enriqueciéndose a costa de los guatemaltecos.
El ciudadano honrado debe analizar antecedentes: si no ha hecho nada en 4 años por la gente, no lo hará en los siguientes 4.
Los resultados hablan y en el país la pobreza aumentó. Miles de aulas siguen descuidadas, sin equipamiento, sin escritorios—aunque algunos hicieron negocios hasta con eso sin importar la niñez, solo enriquecerse. Muchas aulas siguen sin maestros. Durante la pandemia pudo hacerse un gran plan de recuperación de escuelas, pero la persona a cargo fue incapaz de hacerlo. La capacitación y equipamiento para la producción agrícola no llegan. Existen países amigos como Israel que tienen alto desarrollo en cultivos a pesar de la escasez de agua, pero nadie les ha pedido oficialmente ayuda para rescatar, ayudar y tecnificar a nuestros agricultores del corredor seco. ¡No hay interés!
El próximo capítulo de la historia de Guatemala ya está escrito en la mente de algunos corruptos y vividores. Según estos continuará el despilfarro y el robo. En unos días se sabrá quién estará al frente, quiénes integrarán el Congreso. Pero, aunque tengan planes hechos, rápidamente se darán cuenta que la ciudadanía no tolerará más estafas, no soportará más engaños. Y es que los guatemaltecos estamos cansados de tantos abusos, mentiras, falsos moralismos y dobles vidas.
Los ciudadanos, no les hagamos fácil las cosas, tenemos aún poder y voz con nuestro voto. Meditemos, observemos, revisemos resultados y decidamos conscientemente. Debemos recordar que, en momentos de inconsistencia, de confusión, de incertidumbre, hay algo seguro: el tiempo no se detiene y no se recupera, por lo tanto cada decisión es importante. Que el hambre de poder de esas figuras que hoy se sienten en la cima, esa voracidad por sojuzgar, imponerse y enriquecerse es lo que los traerá hasta abajo y caerán así en el abismo de la vergüenza histórica.
De los errores, hay que aprender. Siempre hay un nuevo amanecer después de la oscuridad. Esa fe en un mejor mañana y el esfuerzo por proveer lo mejor a la familia es lo que impulsa a los guatemaltecos honrados a salir a labrar la tierra cada madrugada, a levantarse en la oscuridad para tomar el bus, el taxi o conducir en medio del tránsito hasta su trabajo. Esa esperanza verdadera es lo que mantiene al joven estudiando, desvelándose para sus exámenes. Esa certeza de una mejor Guatemala es lo que mantiene a los emprendedores luchando por alcanzar sus sueños.
Guatemala es fuerte, hermosa, productiva, pero también está sedienta de paz, de justicia, de seguridad, de certeza jurídica y de un desarrollo integral.
Guatemala está sedienta del #SueñoGuatemalteco.