Prensa Libre

Aún quedan muchos jóvenes sin empadronarse y con ello dejan la decisión de su futuro en manos de otros.

Los guatemaltecos y guatemaltecas entre 18 y 25 años son una cuarta parte de la población total. Este es un país joven. Sin embargo, en el padrón electoral, dicho rango de edad apenas sobrepasa el 10%: es una brecha que solamente los jóvenes pueden cerrar con una acción muy sencilla pero significativa: registrándose para votar. Jóvenes: para exigir y emprender cambios en nuestro país, hay que involucrarse, informarse y existir plenamente como ciudadanos. 

Cada día unos 700 guatemaltecos cumplen la mayoría de edad: tramitan su Documento Personal de Identidad, se registran como contribuyentes para poder trabajar o emprender un negocio, pero solo una parte de ellos se empadrona, condición necesaria para poder participar en los procesos de elección de autoridades.

¿Y para qué votar si las cosas siguen igual o peor? Pueden cuestionar algunos. Hay mucha apatía, mucha desesperanza, desconfianza incluso, pero mientras no participemos en la elección de autoridades, los politiqueros seguirán hablando por nosotros, actuando contra nuestros intereses y frente a nuestros ojos seguirán robándose nuestro presente, nuestro futuro y nuestros sueños.

Los jóvenes son una fuerza poderosa que puede cambiar el rumbo de la historia del país.

Si esa valiosa cuarta parte del total de la población guatemalteca votara, habría más atención para ella en decisiones del Estado, serían tomados mucho más en cuenta. Habría mejores programas de apoyo educativo, tecnologías en aulas, becas, asesoría a emprendedores u otros programas necesarios de capacitación. Quedarse sin actuar, sin decidir, a causa del desencanto, es dejar que malos, muy malos administradores, sigan desperdiciando los recursos. 

Para junio de 2023, cuando sea la próxima cita electoral, el Instituto Nacional de Estadística proyecta que habrá 11 millones de personas en edad de votar; el Tribunal Supremo Electoral proyecta que solo estarán registrados 9 millones. Parte de esos dos millones de personas fuera del padrón son jóvenes: una fuerza suficiente para cambiar la dirección del país, voces poderosas para exigir soluciones, aportar respuestas, generar planes y empujar acciones.  

Jóvenes, pueden elegir la opción que mejor se acomode a sus intereses, a sus ideales y metas. Hay derecho a equivocarse y también a corregir. El cambio que quieren ver debe comenzar con su decisión de 2023 pero para llegar a esta cita hay que empadronarse. 

Cuando yo iba a empezar la universidad en California en 1995, hubo un gobernador que para reelegirse ofreció una iniciativa de ley (187) que prohibía el acceso educativo a jóvenes migrantes como yo. Servicios básicos y acceso a préstamos estudiantiles quedaron vedados. En la escuela pública Belmont, donde yo estudiaba el High School, organizamos un Movimiento Estudiantil Latino con el cual salimos a manifestar contra esta iniciativa. Yo entonces no podía votar, pero hubo tantas personas que sí pudieron hacerlo de forma consciente, crítica y con la visión en el futuro. No fueron indiferentes a las necesidades de otros ni se escondieron detrás de la creencia de que “nada cambia”. Aun así, ese gobernador ganó, pasó la iniciativa y muchos fuimos afectados. Al paso de unos años, esa iniciativa fue derogada por ser inconstitucional y ya aquel gobernador está olvidado. La democracia es lenta, tiene tantos defectos, pero es el sistema que nos da voz a todos, siempre y cuando estemos dispuestos a ser responsables, a reclamar resultados y a involucrarnos en el desarrollo del país. 

Así que, si eres joven y no te has empadronado, no esperes más. Toma las riendas de tu vida y de tu futuro en tus manos, empadronate y vota. ¡Guatemala te necesita!

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Marcos Antil SoyMigrante.com, Founder - CEO
Guatemalteco, maya q’anjoba’l, migrante y emprendedor tecnológico.