Todos podemos hacer cosas extraordinarias si soñamos en grande y somos persistentes.
En Guatemala hay talento y grandes capacidades. Todas y todos podemos lograr lo que nos proponemos si trabajamos duro y persistimos en lo que nos motiva. Soñar es gratis y se vale soñar en grande. Solo así podremos construir oportunidades y abrirnos puertas que nos permitan contribuir al progreso de nuestras comunidades, de nuestro país y del mundo. Hemos hecho de Guatemala uno de los países más emprendedores del mundo—y eso es resultado del arduo trabajo que cada uno iniciamos todos los días para el bienestar de nuestra familia.
En toda la historia han existido personas que han incidido en el progreso del país y han dejado huella en la sociedad. En cada rincón de nuestro bello país, en cada hogar y en cada generación ha habido guatemaltecos que han aportado su talento, su espíritu y sus habilidades a la humanidad.
En toda la historia han existido personas que han incidido en el progreso del país y han dejado huella en la sociedad.
Por eso, hoy quiero dedicar este espacio a algunas de esas personas que han destacado dentro y fuera del país, enalteciendo el nombre de Guatemala, dándonos el privilegio de tenerlas en nuestra generación y ser nuestros ejemplos para soñar y luchar. Ese es el caso de Marie André Destarac, cuyo trabajo en robótica fue destacado recientemente por la revista digital alemana Deutsche Welle. Ha sido reconocida por el desarrollo de un esqueleto de inteligencia artificial que ayuda a personas con discapacidad a ponerse de pie y caminar.
De Alemania nos vamos a Suiza donde Cristina Domínguez, una científica guatemalteca actualmente estudia un doctorado y desarrolla una investigación para llevar energía eléctrica en países en desarrollo como Kenia y Paquistán. Con su trabajo busca llevar el progreso a comunidades sin acceso a electricidad tanto de África, el Sur de Asia y Latinoamérica.
De Suiza saltamos a Taiwán, donde reside la ingeniera guatemalteca Andrea del Valle. Ella migró a Taiwán para seguir sus estudios. En la actualidad destaca por sus investigaciones relacionadas con la cura para el cáncer apoyado en la medicina tradicional maya. Un importante avance de su labor es que en diciembre de 2020 iniciaron las pruebas preclínicas de un fármaco que desarrolla, a la espera que a mediados de este año el proceso avance a otra fase.
Llegando a las Américas, en Los Estados Unidos, recientemente el científico guatemalteco Igor Slowing fue incluido en la lista de la Universidad de Stanford como uno de los científicos más citados en el mundo. Según este informe, a cargo de un equipo de expertos dirigidos por el prestigioso profesor de esa universidad John Ioannidis, la lista solo reúne al 2% superior de los científicos más citados en distintas disciplinas.
Y en casa, en Guatemala, la excepcional bióloga Bárbara Escobar, quien destaca en el ámbito de la enseñanza y divulgación científica aprovechando las redes sociales. Actualmente trabaja para la conservación de felinos en la organización Panthera. En 2020 fue nominada para el premio Guatemaltecos Ilustres.
Enfocar nuestras energías en crear oportunidades es lo que permitirá que nos empoderemos.
En Guatemala hay personas extraordinarias que por su esfuerzo, trabajo y talento merecen nuestro reconocimiento. La posibilidad de desarrollar nuestro potencial depende en gran medida de tener oportunidades equitativas. Por eso, donde no hay oportunidades debemos crearlas.
En lo personal me inspiran las guatemaltecas y guatemaltecos que perseveran ante los grandes desafíos que enfrentamos a diario en nuestro país. Quienes salen bajo la lluvia, con azadón en hombro a cultivar la sagrada tierra o los educadores que se forjan camino e innovan en su forma de enseñar a la niñez. Me inspira nuestra juventud que, con actitud feroz y a la vez sutil e innovadora, es esperanza.