Mis padres, Marcos Andrés y Lucía, junto con mi hermana Juanita, en el McArthur Park. Un lugar a donde muchos q’anjobales de Los Angeles gustaban de ir a pasear los domingos. Solíamos ir todos juntos para almorzar allí.
Una vez superada la crisis idiomática y cultural del inicio, nos integramos como familia al ajetreo diario de la vida en Estados Unidos. Mi papá y mis hermanos mayores, Andrés (sentado) y Leonardo (de verde) trabajaban muy duro para poder darnos a los otros hermanos la oportunidad de estudiar.